La pandemia del Covid-19 ha obligado a la sociedad a alterar su cotidianidad, afectando de manera drástica la economía de las personas, cambiando las prioridades y aplazando muchos planes de vida. La educación superior no es ajena a esa realidad.
Los análisis nos indican que la deserción de estudiantes matriculados en las universidades, aumentará de manera alarmante para el segundo semestre académico del 2020. Todo porque la parálisis abrupta de la economía y los cambios forzados a un modelo de presencialidad asistida por herramientas virtuales, han obligado o desalentado a muchos de nuestros jóvenes a tomar la difícil decisión de poner en pausa su futuro.
Como rector del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, he propuesto la gratuidad de la educación pública, por lo pronto para el segundo semestre académico del 2020. La iniciativa que estamos liderando, plantea que los gobiernos nacional, departamental y municipales, asuman el costo de dichas matrículas para frenar esa dramática deserción y de paso evitar el colapso financiero de las instituciones públicas de educación superior.
El Gobierno nacional pagaría las matrículas de las Universidades de Antioquia y Nacional, por su parte la Gobernación de Antioquia asumiría las del Tecnológico de Antioquia, la Universidad Digital de Antioquia y las del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. Entre tanto la Alcaldía de Medellín, haría lo propio con el ITM, el Pascual Bravo y el Colegio Mayor de Antioquia. Mientras que el municipio de Envigado, pagaría las matrículas de estudiantes de la Institución Educativa Débora Arango Pérez y la Institución Universitaria de Envigado.
Muchos de nuestros estudiantes dependen de unos padres que trabajan de manera independiente o quizá ellos mismos lo son. Hoy no tienen ni siquiera la posibilidad de suplir sus necesidades básicas. Tenemos que actuar con urgencia y creatividad, porque la educación es lo único que sobrevive, cuando todo parece estar perdido.
No hay grandeza, si primero no pensamos en la gente.
