Tomate de alta calidad, todo el año y sin interrupciones: el modelo exitoso de la Granja Román Gómez Gómez

El tomate es uno de los cultivos más relevantes a nivel mundial y una de las hortalizas que mayor valor económico aporta al mercado. Su notable capacidad de adaptación a diferentes tipos de suelos, climas, sistemas de cultivo y estaciones del año lo convierte en un cultivo estratégico en términos de producción, investigación y desarrollo.

En la actualidad, la producción de tomate cobra cada vez más importancia por su capacidad de suministrar frutos frescos y de alta calidad de manera constante.

Una de las principales ventajas de cultivar tomate bajo invernadero es la protección que brinda frente a condiciones climáticas extremas. Este sistema permite controlar factores como lluvias, granizadas, temperaturas bajas, vientos fuertes, calor excesivo, enfriamiento, falta de luz solar e incluso la presencia de rocío sobre los cultivos.

El cultivo bajo invernadero posibilita la producción durante todo el año, sin depender de las condiciones climáticas externas. Esto permite extender los ciclos de producción y garantizar un suministro continuo del producto, además de mejorar la calidad de la cosecha. En un ambiente controlado, se obtienen frutos sanos, homogéneos en forma y tamaño, con una madurez uniforme, lo cual incrementa su valor comercial.

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